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12 de abril de 2011

REPARAR O COMPRAR Electrodomésticos

¿COMPRAR O REPARAR?
En la sociedad consumista en que vivimos lo más común es que tendamos a sustituir los aparatos cuando se estropean, en lugar de plantearnos la opción de repararlos. Sobre todo cuando nos referimos a aparatos electrodomésticos, véase televisores, equipos de música, lavadoras, neveras, ordenadores, etc.
Esta manera de pensar tiene mucho que ver con que las marcas fabrican aparatos y, constantemente, sacan ofertas al mercado con la intención de que el actualicemos los aparatos cada poco tiempo.
En estos tiempos de crisis, la opción de “me compro uno nuevo por un poco mas…” no es tan válida como podía serlo antes, ya que, buscamos que el bolsillo se perjudique lo menos posible. No obstante, reparar un electrodoméstico usado, era una práctica en desuso porque el usuario tenía el temor a una mala reparación o al coste que suponía. Sin embargo, la situación ha cambiado y, durante el año pasado han aumentado sustancialmente las reparaciones de aparatos electrónicos y electrodomésticos, ya que, la opción de reparar significa, por lo general, ahorrarse un buen dinero ante la opción de comprase uno nuevo. En esta época en la que todo ahorro es bienvenido, si el aparato lo merece, la opción más adecuada es la reparación del mismo.
Pero no creamos que adaptarnos a la costumbre de la reparación perjudica a otros sectores de venta, al contrario. Desde principios del año 2010 han subido las ventas de piezas necesarias para las reparaciones hasta un 64%. Con lo que, si se piensa bien, la reparación también contribuye a que se mueva el mercado de ventas en algunos gremios y, por descontado, facilita la creación de empleo en talleres y servicios técnicos al subir el número de reparaciones.
Por otro lado, parece que existe un cierto “miedo” a reparar los aparatos, ya que, a veces pensamos que es un jaleo llevarlo al taller, cuánto costará, si quedará bien reparado, etc. Pero hoy en día, existen muchos talleres especializados que repararan cualquier tipo de modelo y marca y que utilizan piezas oficiales, además de que ofrecen garantías sobre las reparaciones efectuadas que ofrecen mayor seguridad a los usuarios.
Por tanto, no debemos pensar que la crisis nos obliga a reparar en lugar de comprar, sino que, en cualquier tiempo, debemos plantearnos cuál es la mejor opción en función de las características del aparato y de nuestro bolsillo. Sin olvidar que reparando realizamos una labor ecológica muy importante.
Actualmente, existen locales que guardan cientos de aparatos “abandonados” por los clientes que, en su día los llevaron a reparar y que, seguidamente, pensaron que les compensaba adquirir uno nuevo. También es cierto que estamos hablando de épocas en las que no afectaba tanto al bolsillo hacer un desembolso importante para adquirir, por ejemplo una televisor de plasma o una lavadora de 1200 revoluciones.
Con la crisis económica las cosas han cambiado y algunos usuarios vuelven a recoger sus aparatos que habían dejado en el taller desde hacía un año o más, dándose cuenta del ahorro que les supone ahora pagar la reparación que desecharon hace tiempo.
En general, los técnicos de reparación de electrodomésticos, ya sea de gama blanca (neveras, lavadoras, lavavajillas, etc), o de gama marrón (televisores, equipos, DVD, ordenadores, etc), siempre realizan un diagnóstico previo antes de aconsejar o no la reparación del aparato, en función de su calidad. Hay que tener en cuenta, que a un servicio técnico tampoco le interesa reparar aparatos que no lo merezcan, ya que, al tener que asegurar un tiempo de garantía, saldrían perdiendo en el caso de aconsejar la reparación de aparatos que no merecen la pena. Por otro lado, algunos técnicos opinan que una reparación no merece la pena si sobrepasa la tercera parte del valor del producto, aunque, en muchos casos, la decisión final de reparar o no, no debe estar basada solo en el precio.
Por último, no hay que olvidar que, a la hora de llevar un aparato a reparar, es aconsejable seguir los siguientes pasos:
- Cerciorarse de si el periodo de garantía del aparato sigue vigente desde la adquisición del mismo.

- Pedir presupuesto previo a la reparación, en el centro de servicio técnico autorizado o acudir a un establecimiento que tenga buenas referencias (compare precios).

- Exija factura siempre y compruebe que coincida con el presupuesto inicial.

- Comprobar que en la factura conste el tiempo de garantía de la reparación.

- Conservar siempre la factura y presupuesto inicial.

- Verificar que el aparato funciona antes de abonar el importe de la reparación.

Reciclaje y reutilización de electrodomésticos
Con la llegada de la crisis y el cambio de la economía familiar, surge la necesidad de plantearse la reparación como mejor opción en muchos casos. No obstante, no deberíamos pensar en la reparación como la última opción porque las circunstancias obligan, sino como una manera ecológica de sostenibilidad.
¿Alguna vez se ha preguntado dónde van a parar todos los aparatos electrónicos, electrodomésticos y demás útiles del hogar cuando nos deshacemos de ellos para dar paso a otros nuevos?
En muchas ocasiones una buena reparación hace del aparato en cuestión una óptima opción ante la posibilidad de comprar otro, nuevo sí, pero tal vez de peor calidad y más pobres características. Además, y sobre todo en tiempos de crisis, en caso de que la reparación no pueda ser una opción, los equipos, aparatos dañados o, incluso, algunas de sus piezas pueden seguir siendo utilizados para otras cosas.
Por ejemplo, a quien no le ha pasado que su ordenador se le ha quedado pequeño, se le ha estropeado en alguna de sus partes (pantalla, ratón, teclado, etc). Solo por eso, nuestra tendencia es comprar uno nuevo. Pero no la parte estropeada, sino que aprovechamos y compramos todo el equipo actualizado y el que teníamos acaba en la basura, a pesar de que funciona en su mayor parte.
Si por el contrario, este no es su caso y su aparato ha dejado de funcionar sin opción a reparación alguna, lo mejor es reciclarlo, tal y como aconseja el Ministerio de Medio Ambiente. Esta simple acción hace disminuir la contaminación y, además, genera empleo.
Hoy en día, existen organizaciones que se dedican a impulsar el reciclado de electrodomésticos, lo que constituye un proyecto muy ecológico, ya que, el reciclaje de este tipo de aparatos eléctricos evita que se generen nuevos residuos y reduce la contaminación ambiental. Por otro lado, este tipo de prácticas genera puestos de trabajo lo que, en los tiempos actuales, es una gran ventaja a considerar.
Cada vez que se desecha un aparato electrónico (televisores, lavadoras, neveras, equipos de música, etc), este se convierte en un “residuo tecnológico” que debe recibir un tratamiento adecuado, ya que, en caso contrario, puede llegar a ser un grave contaminante.
Teniendo en cuenta que, en la actualidad, solo el 15% de los aparatos desechados es reciclado correctamente, y que el resto se lleva directamente a vertederos sin un proceso previo de descontaminación, hace que se haga necesario plantearse seriamente alternativas para intentar paliar este problema. Por tanto, cada vez que se opta por reutilizar o reparar aparatos electrónicos, en lugar de desecharlos y cambiarlos por otros nuevos, estamos contribuyendo a ser más ecológicos y a cuidar del medio ambiente, además del demostrado ahorro económico que este acto conlleva.
En definitiva, en los tiempos que corren, tenemos que pensar que la reutilización de electrodomésticos es una buena alternativa ecológica y, además, solidaria para el medio ambiente y para nuestro bolsillo.

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